viernes, 17 de mayo de 2024

RESONAR EN EL MUNDO Correlaciones evolutivas entre la postura erguida y la voz


 Publicado en Revista Kiné N° 156 (octubre 2023)

Para una lectura completa, propongo leer esta nota integrándola con los artículos La experiencia de ponernos de pie y Hombros: implicaciones en la acción, la emoción y la memoria publicados en KINÉ 146 y 153 respectivamente.

Me gusta pedirle a lxs lectores que se involucren activamente en la nota. Empecemos por el ejercicio de anotar libremente las respuestas a esta pregunta: ¿Qué pensás de tu voz? Luego de escribir las respuestas, y sin detenerse a analizar nada, responder esta otra pregunta: ¿Qué piensa usted de su voz? Y, por último, cuál es la respuesta a: ¿Qué pensás de esa voz?  La voz que observamos es la misma, lo que cambia es nuestra posición como observadores. Probablemente hayamos apreciado diferentes aspectos de nuestra misma voz. Quizá, hasta la hayamos valorado cuantitativamente de manera distinta. A continuación, echemos un vistazo a las respuestas que escribimos y observemos cuáles de ellas son repeticiones de opiniones ajenas recibidas a lo largo de nuestra vida; cuáles están relacionadas con el sentido estético del momento y cuáles son apreciaciones surgidas de nuestra sensación kinésica de emitir y de escuchar nuestra voz.

 

Las manos y la voz 

Como especie, la evolución de la mano y de la voz se corresponden: El pasaje a la bipedestación nos liberó del uso prensil de la boca y de la utilización de los brazos para sostenernos y desplazarnos. La columna evolucionó hacia las tres curvaturas actuales (lordosis cervical y lumbar y cifosis dorsal). La reorganización de nuestra cintura escapular le dio mayor posibilidad de movimiento a los brazos y amplió el espacio de los pulmones y el tracto vocal, produciendo una nueva ubicación de la laringe (un poco más abajo). El cerebro evolucionó de manera interdependiente con la voz y la mano: Ganando espacio en la corteza cerebral motora, la mano se volvió más hábil y precisa y la musculatura facial amplió sus capacidades para manifestar emociones y emitir fonemas.

Las manos y la voz sirven a las funciones básicas de supervivencia; pero también son las herramientas de la creación y la imaginación. Alexander Lowen decía que inspirar es traer el mundo hacia nosotros. A través de las manos y la voz dejamos rastros conscientes de nosotros en el mundo, creamos o destruimos. Resulta interesante observar que con las manos y la voz podemos obrar tanto de manera instintiva como consciente.

En nuestra evolución como individuos, llegar a la postura erguida y hablar, también es el resultado de un proceso fascinante.  El desarrollo músculo esquelético y el psicomotriz (Sistema Nervioso Central, Sistema Nervioso Autónomo y conformación de la personalidad) se da de manera coordinada e interrelacionada durante los primeros años de nuestra vida. En el proceso que nos lleva a pararnos sobre nuestros pies, existe un correlato entre la evolución biomecánica y motriz y la ampliación de las capacidades de las manos y de la voz.

 

Símbolos de poder, energía y creación

El Diccionario de los símbolos de Jean Chevallier, nos propone algunas acepciones coincidentes tanto para la mano como para los componentes de la voz humana. El sonido, la boca, la lengua y las manos son símbolos de potencia creadora. El sonido es símbolo de energía. Es lo que golpea al oído por efecto de movimientos vibratorios rítmicos. La lengua se considera como una llama, porque tiene forma y movilidad.  Es, además, órgano de conocimiento, manifestado en la relación entre saber y sabor. La boca, órgano de la palabra y del soplo, simboliza un grado elevado de conciencia, un poder organizador por medio de la razón. Carl Jung observó que existe un vínculo cinestésico entre la boca y el fuego, que en muchas tradiciones van asociados. Existe una profunda relación simbólica entre ellos, ya que, tanto el fuego como la boca, presentan el doble aspecto creador y destructor. Jung observó que el uso de la palabra y el del fuego son dos características principales del hombre y las dos proceden de su energía psíquica. La mano expresa la idea de actividad e inteligencia, al igual que el lenguaje. El diccionario de los símbolos nos dice que la expresión “ponernos en manos de otro” significa relegar nuestra libertad y que el acto de imponer las manos es transmitir nuestra energía. Nos advierte, además, que conviene recordar que la palabra manifestación tiene la misma raíz que mano. En las tradiciones más diversas, el ritmo binario de la respiración: expiración e inspiración, simbolizan la producción y la reabsorción del universo. Movimientos centrípeto y centrífugo a partir de un centro que es el corazón, respirar es asimilar el poder del aire gobernados por el corazón.

Como en los enfoques científicos más actuales, la simbología nos presenta relaciones entre cerebro, corazón y digestión, vinculándolos en los procesos mentales.

Vaciarnos de expectativas

Pienso que uno de los efectos más notables de muchas de las Técnicas Conscientes es el de llevarnos por un camino de liberación de etiquetas. Vaciarnos de expectativas y dejar de pensar en términos de opinión no es el resultado de una imposición intelectual; sino la consecuencia de experimentar, de manera sostenida en el tiempo, pautas que nos instalan en el continuo aquí y ahora y habilitan la doble consciencia de hacedor sintiente y observador que percibe y describe.

Fedora Aberastury hablaba de un estado de consciencia previo al acto de pensar. En lo personal, entiendo pensar y sentir como funciones interrelacionadas, que no debieran estar disociadas. Alexander Lowen señala que el pensamiento creativo, que depende del flujo de las ideas inconscientes, surge cuando el cuerpo está más vivo y desahogado. También menciona la notable dificultad de algunas personas para darse cuenta de lo que sienten. Consignas como “miro y veo” y “escucho y oigo” nos invitan a desandar lo presupuesto, nos ayudan a acallar las ideas y opiniones incorporadas y a recuperar la capacidad de reconocer lo que percibimos y sentimos. ¿Qué lugar ocupa la voz en estos procesos?

 

La sensación kinésica de emitir y escuchar nuestra voz

La característica fundamental de cualquier sonido es la vibración. Un sonido inaudible (por estar fuera de nuestro rango auditivo), o uno no manifiesto (como un pensamiento); también es vibración: Podemos sentir el ronroneo de un gato por su vibración en nuestro cuerpo. En estado de vigilia, aunque no hablemos, nuestro pensamiento vibra en las cuerdas vocales. La vibración es movimiento. Y la resonancia es la capacidad que tiene la vibración de llegar más allá y vibrar en otros cuerpos. Cotidianamente experimentamos esta doble condición del sonido, percibiéndolo tanto auditivamente como corporalmente.

En la filogénesis y en la ontogénesis, los sentidos del tacto, vestibular y del oído anteceden al sentido de la vista. Tan singular como la huella digital, la voz es una expresión de nuestro espíritu y carácter, de nuestro presente y nuestra historia, una manifestación de la respiración. Respiración, pensamiento y voz están interrelacionados. La voz y las manos transmiten lo que conscientemente elaboramos; pero también, expresan lo que somos a través de aspectos inconscientes y profundos. Cuando sonamos y resonamos, nuestra voz es experiencia audible y vibratoria. 

Antes de llegar al final de esta lecto-experiencia, propongo experimentar nuestra fonación habilitando la doble consciencia de hacedores sintientes y observadores que perciben y describen. Realicemos las siguientes acciones, permitiendo que nos guíen las sensaciones kinésicas de nuestro sonido (sensaciones de resonancia y vibración) y observando, a la vez, lo que percibimos:

*recostarse en el piso boca arriba, inhalar por la nariz y exhalar por la boca al tiempo que dejamos los brazos moverse libremente en el aire.

*gatear, mientras inhalamos por la nariz y exhalamos por la boca emitiendo sonidos.

*desplazarse como monito en cuclillas, inhalar libremente y exhalar emitiendo sonidos.

*empujar algo con los brazos y exhalar emitiendo sonido.

*apretar la espalda contra una pared y exhalar emitiendo sonido

*arrojar una pelota y exhalar emitiendo sonidos

*patalear e inhalar por la boca y exhalar emitiendo sonidos

 

A modo de post data

Ahora es momento de volver a las preguntas: ¿Qué pensás de tu voz?, ¿Qué piensa usted de su voz?, ¿Qué pensás de esa voz?

Y después de comparar las nuevas respuestas con aquellas; dejar resonando estas preguntas: ¿Cómo sueno yo? ¿Cómo siento que mi sonido es auténtico? ¿Cómo se siente en el tono muscular, en la resonancia física, en la resonancia espacial? ¿Cómo es la sensación de mi sonido? ¿Cómo siento que quiero sonar? ¿Experimento alguna relación entre la resonancia interna que le doy a las vibraciones de mi sonido, guiándome por la sensación, y la potencia de mi resonancia en el espacio, es decir, en el mundo?   

 

Gabriela González López es Artista escénica multidisciplinaria, Investigadora, Docente, Coordinadora de los Talleres Cuerpo y Artes Escénicas. Profesora Titular de Cátedra en la UNA. Beca Nacional Grupal 2009 del FNA, para la Investigación La función del oído interno en el trabajo del intérprete músico y / o actor. La investigación sobre la consciencia del movimiento y el diálogo entre las artes son una constante en su labor pedagógica y artística.

 


viernes, 18 de agosto de 2023

SISTEMA CONSCIENTE PARA LA TÉCNICA DEL MOVIMIENTO:

 CON EL ÉNFASIS PUESTO EN LA PALABRA PENSAR

Publicado en Kiné n° 156, abril-mayo 2023, se puede leer y descargar aquí

Las técnicas conscientes o somáticas tienen aspectos en común. Hay diferencias en el alcance, en las temáticas, en la metodología, en los procedimientos.  Sus características las vuelve potenciadoras de la singularidad. Son técnicas que se vuelven únicas en cada persona, reveladoras, que nos convocan a un estado de presencia pensante, sintiente, activo y abierto emocionalmente en el aquí y ahora y que nos permiten percibir nuestro caudal de fuerza humana. Generadoras de espacios de integración y libertad donde lo uniforme queda excluido.

En el Sistema Consciente para la Técnica del Movimiento, el lugar organizador de la técnica, el punto de inicio y de sostén del trabajo, es el pensamiento. No como idea u opinión. Pensamiento como acción que se produce a través de la apropiación de unas consignas que son órdenes mentales. Cuyo objetivo es crear un estado de consciencia previo al acto de pensar. Mediante la reiteración continua de las consignas, vamos organizando el movimiento desde nuestro cuerpo interno.

Es por esto por lo que el alcance de esta práctica puede ser mejorar lo postural o motor, acceder al pensamiento creador o llegar a las propias profundidades. Depende de las expectativas y la motivación personal. Resulta paradójico, quizás, que cuanto menos determinada sea la meta, más sorprendente es el alcance.

 

Entre asombros y desconciertos          

Otra característica compartida entre estas técnicas es que sólo podemos comprenderlas en el hacer. Las fundamentaciones no reemplazan el tránsito, las explicaciones no pueden transmitir la experiencia ni ayudarnos a suponer qué producen. En el caso del SCTM, las consignas son reveladoras: no sabemos de antemano qué es lo que nos producirán, lo que lograremos con ellas.

A mis clases y talleres asisten personas de diferentes edades y con recorridos previos aparentemente disímiles: con experiencia en esta u otras técnicas conscientes, artistas de diversas disciplinas, personas que por primera vez se acercan a una propuesta de estas características en busca de bienestar. Es interesante observar cómo quienes están familiarizados con otros procedimientos de las técnicas conscientes tienen que transitar el desconcierto que les produce que la primera consigna sea pensar; que quienes están habituados a otras maneras de entender la grupalidad, tengan sensación de soledad; que quienes suelen comenzar por grandes movimientos en el espacio se asombren con su propia necesidad de un mover mínimo; que quienes están acostumbrados a una lógica causal se sientan perplejos cuando, trabajando un espacio articular de una mano, sienten repercusiones otras zonas del cuerpo o se abre la memoria. Es interesante observar cómo todas estas emociones iniciales acontecen y se disipan, al seguir repitiéndonos las consignas como un mantra. Y que quienes ya la transitaron, sigan encontrando resonancias nuevas.

Pienso que pienso con palabras

La relajación de la musculatura profunda nos permite llegar a fuerzas que están depositadas en estado latente en los centros dormidos del sistema nervioso.  El pensamiento desde la técnica crea posibilidades de movimiento a través de los centros de energía que movilizan estas fuerzas pudiendo llegar a lo desconocido de nosotros mismos. La reiteración produce que las consignas que se mantienen a través del tiempo cambien en grados de intensidad.

El Sistema exige una acción voluntaria y permanente. No debemos usar la imaginación como atracción de la conciencia. Se debe permitir que la orden mental actúe por sí misma.

Cada espacio anatómico que nombro con las consignas es el lugar de mi cuerpo al que le doy entidad, donde organizo mi conciencia. Estas consignas no deben interpretarse. No debemos suponer cuál es el resultado esperado ni traducirlas en una demostración de lo que estamos haciendo:

pienso que pienso con palabras

pienso con intensidad, potencia y precisión

relajo la lengua por debajo de la lengua

Debemos repetirnos las órdenes mentales que nos ofrece esta técnica, de manera literal, consciente y como un mantra. De forma no mecánica.

Conexiones neurales, conexiones humanas

La coraza muscular se crea por la desconexión que existe entre el mundo creativo y emocional y la posibilidad de usar ese caudal energético en el acto creador. Fedora Aberastury, la creadora de esta técnica, decía que la conciencia nos lleva a las profundidades de la creación y que la dinámica del movimiento involucra la energía liberadora que da paso a la emoción. 

Neuroanatómicamente, esta metodología se basa en el desarrollo de la motricidad fina, entendida como coherencia entre el pensar y el hacer, y en el conocimiento biomecánico. Es por eso que la relación entre el cerebro, la lengua y las manos ocupa un lugar importante dentro de la gran cantidad de ejercitaciones. Siempre a través de una metodología que se sostiene en la reiteración de la palabra precisa y la percepción profunda, los conceptos de correspondencia articular y sistema de correlaciones energéticas, también nos invitan a concienciar otros espacios corporales poco frecuentados.

En el léxico de esta técnica, relajar no es abandonar, sino dejar pasar. Cuando la lengua recibe la energía de los pensamientos, las manos actúan sin reflejos condicionados. La lengua consciente y relajada despierta las fuerzas de puje, que rigen sin empuje. Si queremos entender qué quiere decir esto, observemos a un ser humano menor de tres años aprender una tarea nueva o la próxima vez que estemos haciendo algo con las manos o los pies y nos sintamos trabados, relajemos la lengua y dejémosla que se asome dilatada entre los labios.

Pienso Relajo Abro

El Sistema Consciente para la Técnica del Movimiento exige una acción voluntaria y permanente, personal. Requiere una repetición que se actualiza. En una clase, un mismo ejercicio es llevado adelante por cada persona a su propio ritmo y de acuerdo con su nivel de conocimiento. La grupalidad no es algo externo a lo que hay que adecuarse; emerge incluyendo las singularidades, si nos mantenemos enfocados en los pasos que organizan la práctica. La no interpretación, desde el rol docente y el de compañeros, es parte del aprendizaje y juega un papel fundamental en un trabajo técnico que intenta no imponer respuestas y no poner punto. Es en esos momentos cuando observamos relaciones inesperadas, comunicaciones sutiles.

La acción de abrir es la más reiterada en las consignas de esta técnica. Propongo este final de nota como apertura. Una apertura es un espacio de circulación.

Dejo resonando:

Relajar no es abandonar, es dejar pasar.

Cambiar la palabra concentración por organización de la atención.

Deshacer es un hacer consciente. 

 

Gabriela González López: artista escénica de formación multidisciplinaria. Desde fines de los años 80, entró en contacto con el SCTM, formándose con la Maestra María Inés Azzarri. Coordina los talleres Cuerpo y Artes Escénicas.  Profesora titular de cátedra de Entrenamiento Corporal del Actor en la UNA, espacio en el cual ha organizado ciclos de charlas vinculados a las técnicas conscientes en la Actuación y al SCTM. Como artista y docente sus propuestas llegan a diversas ciudades de nuestro país y también del exterior.

 


lunes, 10 de agosto de 2020

El movimiento del pensar. Diálogos y resonancias entre escultura, escena y otros lenguajes.

 Ponencia presentada en las II Jornadas de Investigación a través de la Práctica Artística, Septiembre 2019, UniCen. 

El mismo texto que se presenta a continuación, se puede leer en las Actas de las jornadas siguiendo este enlace , donde también se puede acceder al video de la exposición.

“Toda vida, cualquiera que sea su forma o estructura, es siempre movimiento. Puede ser movimiento de pensamiento o de cuerpo, pero siempre es movimiento.”

Konstantin Stanislvaski

“Consciencia es pensamiento pensamiento es energía energía es movimiento movimiento es vida.”

Fedora Aberastury

 

 

EL MOVIMIENTO DEL PENSAR.

Diálogos y resonancias entre escultura, escena y otros lenguajes.

 

Gabriela González López

Departamento de Artes Dramáticas / UNA Universidad Nacional de las Artes / Profesora Titular de Cátedra: Asignatura Entrenamiento Corporal del Actor. gabrielagonzalezlopez@gmail.com

RESUMEN:

Este trabajo da cuenta y reflexiona sobre los procedimientos de investigación y creación abordados para la realización de una serie de experiencias escénicas creadas en diálogo con la obra de la escultora gallega Soledad Penalta. Cada una de ellas, concebida para un tipo de espacio diferente y con distintas intenciones de impacto en los espectadores: La performance Danzas para las esculturas del día a día (2015), una intervención a la muestra Esculturas del día a día en la Galería de arte Bus Station Space en Santiago de Compostela; la pieza de teatro-danza-visual Adónde, no importa; sólo pasos (2017- 2018), realizada en el Espacio Bali-Zabala de Buenos Aires, y la performance El movimiento del pensar (en proceso de creación), concebida como obra coreográfico- visual portable. Creadas mediante procedimientos de investigación de acciones, sonidos, movimientos, materiales. Surgidas de la inspiración, conceptuación y del deseo. Pero también, atravesadas por todo tipo de avatares: los tiempos disponibles de los co- creadores en una gran ciudad, la coyuntura socio-económica, el medio con el que se dialoga, los desafíos creativos que nos plantea la concreción práctica.

EXECUTIVE SUMMARY:

This work illustrates and reflects upon the investigation and creation processes carried out during a series of joint performances, in dialogue with the Galician sculptor Soledad


Penalta’s work. Each of these performances has been conceived for a different space and with different impact aim on the audience. The performance called Danzas para las esculturas del día a día (Dances for everyday sculptures) (2015), has been conceived as an intervention to the art exhibition called Esculturas del día a día (Everyday sculptures), at Bus Station Space Art Gallery from Santiago de Compostela; the visual- dance-theatre play called Adónde, no importa; sólo pasos (Where? It doesn’t matter: just steps) (2017-2018), has been staged at Espacio Bali-Zabala from Buenos Aires, and the performance El movimiento del pensar (The movement of thinking) (work in progress), has been conceived as a portable choreographic visual play. These works have been created by investigating with actions, sounds, movement and materials, and have sprung from inspiration, conceptualization and desire. At the same time, they have also been through all kinds of vicissitudes: the availability of the co-creators living in a big city; the socio-economic situation, the environment, and the creative challenges that the practical concretion brings about.

Palabras clave: Cruce de lenguajes-Artes visuales– Artes escénicas –Corporeidad del pensamiento- Cuerpo-Escultura-Movimiento- Actor–Bailarín – Movimiento Consciente

Orígenes de un diálogo inspirador e inesperado

Vamos a deconstruir una experiencia que, en definitiva, no es más que una serie de resonancias artísticas que dieron lugar a una investigación (por ahora en tres episodios- actos escénicos) sobre cómo transmutar la substancia escultórica en substancia escénica.

 

La escultura existe en el espacio.         La obra escénica existe en el espacio-tiempo.

 

Me topé con el trabajo de la escultora Soledad Penalta en el año 2004. Una de sus obras para gran formato, emplazada en el Parque escultórico de la Torre de Hércules, en la ciudad de A Coruña (España), fue la primera pieza que conocí y que esperaba el instante en que la perspectiva me permitiese verla porque sentía que “me hablaba”, me interpelaba, me daba una suerte de acogida a la ciudad natal de mi madre.

Sus características objetivas:

  línea

simple, dimensión enorme,

 

material

duro,

                  su emplazamiento;

 

se introyectaron en mi subjetividad de manera que, aún hoy:

me interpelan, me parecen animadas, me sugieren movimientos-pensamientos, me ponen en diálogo interior con el paisaje y mi historia, perduran en mi memoria.

 

Una resonancia que se multiplica

Once años después, fui invitada por María Ángeles Iglesias a crear e interpretar juntas una intervención performática sobre una serie escultórica de esta artista: Esculturas del día a día. La obra de la escultora se había vuelto aún más antropomórfica y había adquirido una cualidad, para mí, sorprendente: la de plasmar el movimiento humano.

Además, había incorporado la escritura a mano alzada en el acero, característica singular de su obra, hoy en día considerada un aporte en su especialidad.

Teníamos unos pocos días para trabajar, que resultaron muy intensos. El proceso de investigación se basó más en la relación personal de cada una con las obras y utilizamos procedimientos sobre el espacio, anteponiendo una dinámica lúdica. El objetivo fue el de generarle al público mayores tiempos de contemplación y nuevas perspectivas sobre las piezas. Uno de los textos que la escultora había usado mientras realizaba las obras (cuyos versos dan nombre a algunas de ellas) era el bellísimo poema persa del S.XII Rubaiyat, de Omar Khayyám. Decidimos incorporarlo.

En el caso de esta performance Danzas para las esculturas del día a día, la obra escénica convivió en el espacio con las esculturas. Y, tomando decisiones técnicas sobre el espacio, desarrollamos la variable tiempo.

Para poder realizar un guion de espacio-texto-acciones, hicimos primero una selección de lo expuesto en la Galería: escogiendo las obras que tenían la propiedad de sonar al moverlas, las que generaban un espacio debajo o detrás (que difícilmente el público se animase a ocupar), las que personalmente nos gustaban más. Buscamos la relación de algunos títulos con los versos del Rubaiyat para seleccionar estrofas y tomamos acciones y movimientos de las posiciones que tenían las figuras humanas esculpidas.